"StreetPhotography" en la 16 de Julio, El Alto, Bolivia.
- Andrés Palacios
- 1 dic
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El recorrido comienza en la Estación Central de la Línea Roja del teleférico, un edificio que conserva parte de su arquitectura antigua y que hoy convive con la modernidad del sistema de transporte por cable. Esta estación, ubicada en el corazón de La Paz, es un punto emblemático: desde allí se inicia la ascensión hacia El Alto.
Al subir, la sensación es la de flotar suavemente sobre la ciudad, mientras se observa el Cementerio General y, más arriba, el barrio Chualluma, famoso por sus murales coloridos que transformaron sus calles en un museo al aire libre.
Al llegar a la estación 16 de Julio, la cámara se sumerge en un mar de gente que inunda las calles. La Feria 16 de Julio, ubicada a más de 4.070 metros sobre el nivel del mar, es considerada la más grande de Bolivia y una de las mayores de Sudamérica. Se extiende por más de 200 cuadras, con alrededor de 10.000 vendedores y 70.000 visitantes cada jueves y domingo.
Aquí se encuentra literalmente de todo: desde un tornillo y una cuchara hasta repuestos de vehículos, ropa nueva y usada, accesorios importados, y por supuesto, comida para desayunar o disfrutar a media mañana. Las fotografías muestran carpas improvisadas, pasillos estrechos y retratos de vendedoras conversando con sus “caseritos y caseritas”, siempre con las cumbres nevadas como telón de fondo.
Lo que más maravilla, desde la perspectiva de un extranjero, es la resiliencia y el esfuerzo incansable de los bolivianos. La feria es tan vasta que recorrerla en un solo día resulta imposible; amerita varias visitas para seguir descubriendo y comprando a precios accesibles. Aunque algunos mencionan inseguridad, mi experiencia ha sido distinta: cámara en mano, mochila al hombro y celular grabando, nunca me he topado con situaciones de riesgo.
En conjunto, con estas imágenes busco mostrar el estallido de color, movimiento y vida popular. Las vestimentas típicas de las vendedoras, polleras amplias, mantas multicolores y sombreros tradicionales, aportan un toque propio y encantador que convierte la feria en un escenario cultural único. La Feria 16 de Julio es un universo cultural y económico que late a más de 4.000 metros de altura, probablemente uno de los mercados más altos y gigantescos del mundo.
Gracias por mostrar que el Alto Bolivia 🇧🇴 es un lugar amigable con los extranjeros, aveces para nosotros es el cotidiano, pero usted le da un valor bonito a nuestro día a día. 💫🌼☀️